Sobre Ricardo Alemán, Black Mirror y la responsabilidad social en las redes sociales
Twitter,
Facebook y otras redes sociales han tomado una gran
relevancia en los últimos años. Estas plataformas digitales a las que solemos
llamar redes sociales, nos permiten
conectarnos con nuestros conocidos y círculos sociales, aunque también han
generado una mayor comunicación e interconexión con el resto del mundo. Dentro
de estas plataformas se desdibuja cada vez más la barrera entre lo privado y lo
público. A la vez, éstas se han convertido cada vez más en una veta de
información para los comunicadores, quienes aprovechan los comunicados y
comentarios escritos por ciertas figuras públicas para convertirlas en
noticias. Cada semana nos encontramos con una nueva polémica: el surgimiento de
un nuevo Lord o una nueva Lady, los comentarios misóginos
de alguna figura pública que se viralizan, las fuertes declaraciones del
mandatario de un poderoso país.
Esta semana la tormenta
se creó alrededor del periodista Ricardo Alemán, quien trabaja para algunos
medios como Milenio y Foro TV. La polémica surgió porque Alemán retwiteó el
meme de un tercero, donde invita a los “chairos”, al igual que hicieron los asesinos de John
Lennon y Versace, a asesinar a su ídolo
Andrés Manuel López Obrador. El mensaje no ha sido bien recibido por los
seguidores del candidato presidencial en las redes sociales, quienes lo
denunciaron ante los administradores de Twitter
y los medios para que trabaja. Como consecuencia, la empresa Televisa desplegó
un comunicado público donde expresa que después de los comentarios emitidos por
el periodista y “ante la ausencia de una condena explícita” por parte de Alemán
da por terminada su relación laboral. Ricardo Alemán ya había sido denunciado anteriormente por sus
declaraciones, e incluso se había firmado una petición para que le quitaran su
programa” por medio de Change.Org. (https://www.change.org/p/milenio-imagen-mx-corran-a-ricardo-alem%C3%A1n)
Aunque en el contexto
de internet, esta declaración parece ser una más de tantos en el inmenso
catálogo de chistes y memes que circulan por medio de las redes sociales, da
pie para reflexionar sobre su dinámica y el peso que sus declaraciones tienen
en el mundo real. La lógica y reglas del internet parecen funcionar de manera muy diferente que el mundo exterior.
En la red, cualquiera puede decir lo que
quiera sin consecuencias, sin importar si en realidad cree en lo que dice o
solamente se sube a la tendencia de chistes y cotorreos, conocidas en el mundo
de internet como el “tren del mame”. A
pesar de su disgusto por el candidato presidencial, lo más probable es que
Alemán no quiera la muerte del candidato y su declaración no debería tratar de
entenderse literalmente, pues fue
publicada en el reino de internet donde todo es válido.
Entonces, ¿deberíamos
interpretar literalmente las declaraciones de dicho periodista? Muchos opinarán
que no, pues entienden las reglas no escritas del internet, y probablemente en
algún momento se habrán subido a alguno de estos trenes; otros opinarán que su actitud es reprobable, pues
Alemán es un personaje público con audiencia nacional, y por tanto debería
haber más responsabilidad en su comunicación. Es claro que con estos personajes
mediáticos, la vida privada y la vida pública se mezclan, y las redes sociales
terminan por convertir en público cualquier comentario vertido en el ámbito de lo privado.
Al observar este caso,
pensé y lo relacioné inmediatamente con la serie inglesa Black
Mirror. Para quien no tenga idea sobre lo que hablo, esta serie de Netflix plantea diversas historias
aparentemente inconexas, en un mundo
tecnológicamente más avanzado que el nuestro, donde la tecnología revela nuevas problemáticas
sociales y situaciones que nos hacen reflexionar sobre los impactos negativos
que ésta puede tener sobre nosotros. En el episodio 6 de la temporada 3
titulado Hated in the Nation, o Ira Nacional se plantea la tesis que
las personas deberíamos tener responsabilidad sobre nuestras acciones, comentarios
y vida en las redes sociales. En dicho episodio, tras una serie de asesinatos
misteriosos y una investigación, la policía concluye que estos están ligados a
un hashtag asesino en las redes sociales. Los usuarios de esta red ficticia
parecida a Twitter, posicionan el
hashtag “#DeathTo” en tendencias, y tras finalizar un periodo de
tiempo, el personaje más odiado mencionado resultaba morir en condiciones
extrañas. Tras popularizarse y difundirse por medio de los medios de
comunicación, la gente en comienza a
nominar más personajes conscientes de que estos morirán. Los usuarios del
episodio se escudan en el supuesto anonimato de las redes sociales para causar
daño a otros, lo cual es una alegoría perfecta al uso que hacemos hoy en día de
nuestras redes sociales. Al final del episodio, se descubre que hay una persona
que planeó todo y comenzó dicha tendencia en redes sociales como una trampa, con la
finalidad de responsabilizar, evidenciar y castigar a los usuarios que hacían
mal uso de ellas. Por medio de una innovadora tecnología de abejas robots
autónomas, las cuales eran utilizadas para polinizar artificialmente las
plantas, el villano consigue hackearlas y
utilizarlas como armas para asesinar a todas las personas que hicieron uso del hasthag mortal. Las consecuencias son
miles de personas muertas alrededor del mundo. El asesino, de una forma
extremista trata de demostrar que las personas que participaron en el juego del
hashtag asesino son tan culpables de
cada una de las personas muertas anteriormente, pues aun sabiendo cómo
funcionaba decidieron matar a personajes públicos que odiaban. El villano,
tiene una motivación y un punto, hacer conscientes a las personas que sus
acciones tienen consecuencias, y el agrava al extremo estas consecuencias. La
reflexión final del villano, aunque más que villano sea antagonista, es que
todos deberíamos estar un poco más conscientes que las redes sociales son una
extensión de nosotros mismos y no universo aislado. Aunque por medio de la
masacre, este antagonista trata de demostrar su punto, el cual no es
necesariamente negativo.
Alejándonos de la
ficción y de vuelta al mundo real, hoy las redes sociales como Facebook y
Twitter son utilizadas por mucha gente para hacer daño a otros usuarios:
burlas, amenazas, insultos, críticas negativas. Las reglas básicas de
convivencia funcionales en el mundo real parecen no aplicar en las redes
sociales. Ricardo Alemán hizo la misma broma que un usuario promedio de Twitter
realizara, aunque su estatus de figura pública lo pone frente a una audiencia
mayor que la del promedio y hace que se les juzgue más fuertemente que al resto.
¿Y si se nos juzgara a nosotros mismos por nuestros comentarios y bromas? ¿Qué
tal si de pronto se utilizara el mismo rigor con nosotros y nuestras redes
sociales? ¿Saldríamos limpios?
Ahora, no me
malentiendan. Estoy en desacuerdo con Ricardo Alemán y en lo personal me parece
una persona poco interesante, además de un provocador, aunque es una buena
oportunidad para reflexionar sobre nuestro papel en las redes sociales. En lo
personal, estoy en desacuerdo con muchas de las posturas políticas, sociales y
culturales implícitas en estas burlas, memes y chistes presentes en la
internet, aunque disfruto enormemente verlos debido a la gran creatividad y
chispa que detecto en ellos. Yo también he pasado horas perdiendo el tiempo y
riéndome con estos.
Planteo las siguientes
preguntas abiertas para la reflexión: ¿Las figuras públicas tienen más
responsabilidad o todos deberíamos tener esa responsabilidad? Quizás ha llegado
el momento en que nos planteemos, ¿Cuál es mi responsabilidad ante lo que
comento y publico en mis redes? Con esto no quiero decir que no expresemos
nuestro descontento, y aún menos propondría reducir la libertad de expresar
nuestras opiniones por medio del internet, pero digo que debemos ser más
responsables de nuestras palabras y acciones. Tal como en el episodio de Black
Mirror antes citado, muchas veces nos sumamos a las hordas furiosas y
aprovechamos el supuesto anonimato para insultar a personas sin mucho
fundamento. Los youtubers e influencers lo saben y a veces aprovechan esto a su favor
para crecer su popularidad a base de polémicas.
¿Tu qué piensas?
Jorge
Manuel Sandoval Aguilar
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