3. Instrucciones para iniciar un nuevo día tras un corazón roto
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| How to health a broken heart 1. Imagen creada con Stable Difussion |
¿Te levantas por la mañana y su recuerdo es lo primero que pasa por tu mente? ¿No dejas de pensar en ella y de reprocharte las cosas que hiciste mal o que pudiste hacer mejor? ¿Te acuerdas de él o ella en momentos cotidianos? ¿Tienes miedo a volver a esa serie que veían juntos? ¿Entra a tu mente como un pensamiento intrusivo?
Puede ser complicado iniciar de nuevo tras una ruptura amorosa o un desamor. A veces se siente como si fuera el fin del mundo y como si nada fuera a ser igual de nuevo. Divorciarte, terminar una relación, dejar de salir con tu “casi algo”, dejar de salir con esa persona que te hacía sentir cositas en el estómago.
Tal vez esta persona rompió los acuerdos que tenían y te sientes traicionado, tal vez decidiste que esa relación no te hacía bien, que no iban en la misma dirección, que tenían diferentes expectativas respecto a lo que buscaban juntos; tal vez la decisión de terminar no es tuya sino de la otra persona. Una vez escuché a Jacobo Wong decir que, el que te terminen es mucho peor que tu terminar la relación con el otro, no necesariamente por un tema de orgullo, sino porque el que deja generalmente lo hace pensando que tiene un mundo de posibilidades por delante, mientras que el dejado siente como si le hubieran arrebatado algo que tenía; me causó mucho sentido. A veces la ambigüedad de no saber si en realidad se terminó o si volverán a estar juntos puede dificultar aún más el duelo.
Lidiar con todo esto no es fácil, y en el momento te da una especie de visión de túnel, donde sientes que no vas a volver a encontrar a alguien que te haga sentir así: alguien tan atractivo, con quien tengas tan buena química, que te haga sentir especial, o con quién generar recuerdos bonitos.
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Yo he tenido esta sensación en varias ocasiones, por lo que a continuación, te presento mi mejor receta para lidiar con un corazón roto:
1. Acepta lo que sientes. No es necesario fingir valentía o negar que algo te causa dolor. El rechazo duele, perder a alguien duele. Está bien, eres un ser humano. Tienes sentimientos. Hay personas que la pasan peor por perder a un ser querido, pasan cosas terribles, pero no estamos hablando de ellos sino de ti; el que otras personas la pasen mal no hace menos válido tu dolor. Tu dolor es válido porque lo estás sintiendo, y no es necesario justificarlo ni compararlo con el dolor de otras personas. Simplemente, acepta que lo estás sintiendo. Puedes contárselo a alguien, o escribirlo en un diario.3. 3. Aléjate de las redes sociales: Las redes sociales pueden ser muy lindas, pues te dan la ilusión de que conectas e interactúas con muchas personas. A veces consciente y a veces inconscientemente, aquí encontramos validación, entretenimiento y se nos puede ir una cantidad horrible de tiempo. Si eres como yo, después del desamor viene una especie de ansiedad por saber qué pasa en la vida de la otra persona. Combate la tentación. Enterarte de su vida y estar pendiente de lo que dice o hace no te va a beneficiar en nada, créeme. Si lo sientes necesario, bloquea a esta persona de redes sociales, o en su defecto silénciala para que no te aparezcan las notificaciones cuando publique algo. Aunque para los ojos de algunas personas esto puede considerarse inmaduro, has lo que necesites para transitar tu duelo; yo recomiendo el contacto cero a cualquier estímulo que te genere ansiedad o malestar. Aunque no sea para ver a esa persona, recomiendo alejarse de redes sociales pues eso te hace estar más pendiente de la vida de otros que de tu propia vida. Aquí es importante enfocarte en ti, no en los demás.
4. No te aísles. No todas las personas tienen esta tendencia, pero de nuevo y si eres como yo, no te aísles. Tal vez sientas el impulso de alejarte del mundo para lidiar tú mismo con tu dolor y problemas personales. Está bien ordenar tus pensamientos y sentimientos tú mismo, pero no te alejes de otras personas. Los humanos somos animales sociales, y el estar con otros nos hace bien. Busca a tus amistades o a tu familia: habla con ellos y ellas, desahógate, busca actividades que puedas hacer con otros. Este es un gran momento para darte cuenta: No estás solo, pero hay que saber pedir ayuda.
5. 5. Reenfoca tu energía: Para algunas personas, el amor es algo que consume mucho de nuestra memoria RAM interna; es decir, le dedicamos mucho tiempo y espacio de nuestro pensamiento a la persona que nos gusta y nos interesa. De pronto al terminar la relación queda un vacío y no sabes a dónde enfocar esa atención, tiempo y emociones. Busca actividades nuevas, distrae tu mente, habla con amigos, aprende alguna habilidad, haz ejercicio.
6. 6. Busca un propósito, enfócate en ti, preocúpate por ti y tu bienestar: Tal vez pusiste demasiada atención a la otra persona y te olvidaste de preocuparte por ti mismo. Terminar una relación larga puede traer consigo una crisis de identidad. Dice Benedetti en su poema Asunción de Ti (1):
suenas un poco a mí.
Era sí pero ahora
vengo un poco a ti.
No demasiado, solamente un toque,
acaso un leve rasgo familiar,
pero que fuerce a todos a abarcarnos
a ti y a mí cuando nos piensen solos.
Es un poco inevitable tomar una parte de tu expareja y hacerla parte de ti: tener gustos e intereses en común, copiar gestos, ideas, intereses, proyectos. Parte del duelo de la separación es el rompimiento de la cotidianidad y de los proyectos en común. Ahora eres tú y te toca hacerte a la idea. Este es el momento para volver a pensar en ti y nada más ¿Qué quieres? ¿Qué necesitas? ¿Qué te gustaría hacer? Es el momento de buscar actividades y construir planes nuevos. Aunque la perdida da incertidumbre, también da la posibilidad de construir cosas nuevas. Date el tiempo y reconoce que eres un individuo y que tienes tu propia esencia: reconéctate con ella o constrúyete una nueva identidad. La vida son posibilidades, búscalas, aprovéchalas, constrúyelas. Si necesitas ayuda, búscala. No descartes ir a terapia o a un psicólogo si lo crees necesario.
7. 7. Actívate físicamente: Aunque esto también parezca un cliché, hacer ejercicio te ayuda de maneras distintas. Por un lado, es un camino hacia una mejor autoestima y sentirte bien con tu cuerpo y quién eres. Además, el ejercicio ayuda a canalizar sentimientos como el enojo, el estrés, la ansiedad, la frustración en una dirección que te será benéfica. Hacer ejercicio ayuda a deprender hormonas y neurotransmisores tales como dopamina (sensación de euforia, logro y satisfacción), serotonina (induce la calma, mejora el ánimo, se da al terminar ejercicio), norepinefrina (ayuda a lidiar con el estrés) y endorfinas (analgésicos naturales que generan bienestar y euforia). Dedicar tiempo y esfuerzo en tu bienestar físico, emocional y en tu salud es una carta de amor de ti para ti. Si buscas algo inmediato que puedas empezar ya y no tienes experiencia, puedes comenzar corriendo un kilómetro por tu colonia, haciendo lagartijas y abdominales en tu casa o buscando videos de yoga o calistenia para principiantes. Hacer ejercicio siempre es más divertido y fácil de mantenerse en el tiempo cuando lo haces en comunidad: ve a clases de yoga, entra a clases de baile, invita a un amigo o amiga a que te acompañen al gimnasio, únete a un grupo de senderistas. No tengas miedo de intentar cosas diferentes, aunque parezcan extravagantes a los ojos de otros: escalar, hacer Slackline o highline, hacer malabares, patinar. Hay un mundo de posibilidades, lo importante es ponerte en movimiento y permitirte conectar con tu cuerpo.
8. 8. Deja de idealizar el amor; quítate ese peso y quítales ese peso a los demás. El amor es una cosa compleja y complicada; quién te diga que lo entiende y lo domina está mintiendo. Tenemos dentro de nuestra cabeza un montón de ideas de cómo debería ser el amor principalmente mediados por la televisión: grandes gestos románticos, un príncipe azul que trata como princesa, un amor incondicional que nos ame con todos nuestros defectos, que de todo y no pida nada a cambio. Karen Acosta de la Fundación Antonia, asociación dedicada a combatir la violencia de género sugiere dejar de romantizar el amor y evitar estas ideas o mitos sobre el amor, “con el fin de evitar errores que podrían dañarte a ti o al otro” (2): 1. Pensar que existe una media naranja que te va a complementar en tus carencias, como si fueses alguien incompleto 2. El amor telepático, o pensar que quien te ama siempre entenderá tus necesidades sin necesidad de comunicación, 3. Que los polos opuestos se atraen, lo que hace minimizar tus convicciones personales por aceptar al otro. 4. Que los celos son una forma de demostrar amor, y que si no existen quiere decir que no se quiere a la persona. 5. Un final de cuento, o pensar que solo existe un amor verdadero para toda la vida, y que si dejaste pasar una oportunidad nunca volverás a sentir lo mismo. 6. Que lo único importante es estar en pareja, que esta sea tu única aspiración, pensar que solo la pareja puede darte la felicidad que no encuentras en la soledad. 7. Que las discusiones son normales para conocerse: creer que las discusiones son un proceso de adaptación, normalizar el conflicto, adaptarte a situaciones dañinas; tolerar comportamientos ofensivos que sobrepasan tus límites, pensando que la persona cambiará es una mala decisión. 8. Te pierdes por el otro, pierdes tu individualidad, identidad e intimidad por fusionarte con tu pareja. 9. Pensar que la pasión es infinita, y que permanecerá igual con el paso de los años como en los primeros meses; a veces se piensa que, si esta pasión desaparece, entonces no hay amor y la relación se acabó. 10. Tener la idea de que si estas enamorado, nunca te sentirías atraído por otras personas, y tampoco tu pareja, y si eso llegar a pasar es porque no amas lo suficiente. Por último, cierro citando a la psicóloga Karen Acosta de la Fundación Antonia: “Una relación sana siempre está dentro de los marcos de respeto, tanto por uno mismo como persona individual, como por mi pareja. Tener ideas irracionales sobre el amor, perjudica la relación con el otro y también con uno mismo” (2).
9. 9. Permítete ser el villano de la historia de otros. A veces cuando terminas una relación, puedes quedar posicionado ante los ojos del otro como un villano, una persona que hizo mal y daño. Esto generalmente no se ajusta la realidad, pues existen un montón de matices entre el blanco y el negro, y aunque no necesariamente una relación tiene que finalizar en un drama gigantesco, muchas veces una de las partes queda como el malo del cuento ante los ojos del otro. Todos construimos el mundo, y visión dependiendo de dónde estamos parados, y estamos condenados a que nuestra realidad sea totalmente subjetiva y sesgada por nuestros sentimientos y posición en el tablero de la vida. Dicho esto, hay veces que la persona dolida necesita construir un villano sobre el cuál construir su ira, y a partir de eso vivir su duelo. Puede que esto no sea agradable, pero cada quién tiene que vivir el duelo a su manera, y lo que otras personas dicen u opinan sobre ti no es algo que tu puedas controlar. Suelta el deseo de control.
10. 10. Perdona. El proceso de duelo es duro y difícil, y tienen que vivirse todas las etapas antes de poder aceptar una pérdida: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Si aún te duele el haber terminado la relación, esa sensación desaparecerá paulatinamente hasta que ya no se sienta. Hay algunos sentimientos que pueden permanecer en el tiempo y quedarse enganchados en un lugar profundo de nosotros. Aunque no es fácil y puede tomarte algún tiempo, perdona. Perdónate a ti por todos los reclamos y reproches que tengas hacia ti mismo, y perdona a la otra persona, pues es la única forma de continuar con tu vida. El perdón no es para la otra persona, sino que es para ti mismo, para ayudarte a soltar y dejar ir.
Hay varias actividades y pequeños rituales que puedes hacer cuando te sientas listo: Una que puede ayudarte mucho es escribirle una carta larga donde le expreses todo lo que te quedaste con ganas de decirle a esa persona: lo que sentiste por ella, por qué te sentiste herido, qué sueños y expectativas tenías hacia esa persona y hacia el futuro, qué es lo que más extrañas y qué lamentas; luego esa carta puedes entregarla, si lo crees pertinente, guardarla en algún rincón oscuro o incluso quemarla. La función de la carta es ayudarte a estructurar lo que sientes, darle sentido y dejarlo ir de tu cuerpo. Citando una conocida frase de Buda, “Aferrarse al odio es como tomar veneno y esperar que la otra persona muera”. Perdona, deja ir y continúa con tu vida.
11. 11. Volverás a amar. El desamor a veces viene acompañado con muchos miedos y creencias irracionales. Puede que creas que no vas a volver a conectar con nadie de la misma forma, pero esto es mentira. Volverás a amar, volverás a emocionarte y a sentir un cariño especial por alguien. Amar implica compartir lo más íntimo de tu ser, lo cual implica exponerte. Tal vez sientas terror de lo que venga, pero confía en mí: Volverás a amar y volverás a estar bien. No te cierres al dolor. Si no estás listo aún, cúrate, atiéndete, trabaja en ti, pero llegado el momento no te cierres. Conecta con las personas. Sal al mundo y ráspate las rodillas.
Espero que estos consejos te sean de ayuda en caso de estar pasando por un mal momento, y en caso de que no, hayas disfrutado estos consejos. ¿Qué has hecho tú para sobrellevar el dolor de un rompimiento amoroso? ¿Cuáles son tus mejores consejos? Me gustaría leerte.
Manu Antropo, solo un humano
(1 (1) Benedetti, Mario (s. f.) Poema Asunción de ti. Consultado el 19 de enero del 2024 en https://www.poemas-del-alma.com/asuncion-de-ti.htm
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